Desde hace tiempo
queríamos escribir algo sobre las enfermedades de las criaturas y el centro
infantil. Cuando podemos traer a los peques al centro, y cuando deben quedarse
en casa si están malitos. Buscando información al respecto hemos
encontrado un artículo que describimos a continuación. Nos parece bastante
interesante:
Si una criatura parece
que no está del todo bien o le hacen falta cuidados especiales que no se le
pueden dar en el centro infantil, no debería ir.
A veces los padres
necesitan dejar el niño en algún sitio para poder ir a trabajar. Por ello, a
pesar de que le ven “regular” le llevan con la esperanza de que el niño mejore
espontáneamente y que el niño pueda “aguantar” esas horas de “guardería” sin ningún
síntoma. Pero, si les hubiera sido posible, habrían optado por no mandarlo.
Enviar a un centro de
cuidado infantil a un niño que no está bien no es bueno ni para él, ni para el
resto de los niños.
En este texto
encontrarán las recomendaciones actuales sobre los diferentes motivos de
exclusión de los niños de las guarderías.
Evitar los contagios
Los centros de educación
infantil tienen que tratar de minimizar los contagios en los niños acogidos.
- Se debe comprobar que los niños
siguen el calendario vacunal recomendado,
- Hacer una correcta limpieza de manos antes y después del
cambio de pañales y de la preparación de los alimentos
- Y evitar que los niños
enfermos vayan a la guardería.
- Los cuidadores también deben
estar bien vacunados y no tener enfermedades contagiosas.
Sentido común
El principal criterio
para saber cuándo hay que llevar o no al niño a la guardería es el sentido
común. Si ha pasado una mala noche, si ha tenido fiebre, si tiene diarrea, etc.
cabe la posibilidad de que el niño no esté del todo bien. Por eso, no será
conveniente que vaya al centro de educación infantil.
Si tiene un simple
catarro, por ejemplo, y no tiene fiebre ni malestar se le puede llevar sin
problema.
Veremos patología por
patología las recomendaciones sobre exclusión de guarderías para que sean de
utilidad a los padres.
Diarrea
Las diarreas son enfermedades
contagiosas. Producidas por virus, bacterias o protozoos. Se debe dejar pasar
unas 48 horas desde que el niño haga la última deposición diarreica para volver
a la guardería. Lo mismo hay que hacer en el caso de vómitos.
Hay casos especiales en
los que el pediatra ha hecho un cultivo de las heces y ha encontrado un germen
concreto. Si ese germen es el E. Coli 0157:H7, la Salmonella
Typhi o la Shigella se trata de un caso especial. En
estos casos hacen falta dos coprocultivos negativos separados 24 horas antes de
que el niño pueda volver al centro escolar infantil. En los demás casos no hace
falta hacer análisis de heces de control.
En el caso de lombrices (oxiuros) hay que dar
tratamiento a toda la familia, pero no es causa de exclusión de la guardería.
Enfermedades
exantemáticas de la piel
- Sarampión, rubeola y parotiditis son enfermedades
que es raro que las sufran los niños porque se les vacuna al año de edad y
luego se les revacuna entre los 4 y 6 años. En caso de enfermar se aconseja un
periodo de exclusión de entre 5 y 7 días.
- Así mismo, una semana
de exclusión se aconseja en el caso de la varicela, es
decir, hasta que todas las lesiones estén en forma de costra.
- El megaloeritema (conocido
por enfermedad de la bofetada, por el enrojecimiento de la cara) una vez
aparece el enrojecimiento no suele ser contagioso. Lo mismo pasa en el exantema súbito (niños que están 3
o cuatro días con fiebre alta y al aparecer el exantema es cuando la fiebre
baja).
- En el caso de verrugas y molluscum
contagioso no hace falta que los niños dejen de ir a la guardería. Si se
aconseja evitar que comparta con otros niños toallas u otros utensilios.
- Hay enfermedades de la
piel en las que hay que hacer un tratamiento antes de que el niño vuelva a la
guardería. Es el caso del impétigo o infección
bacteriana de la piel y de la sarna.
- En la tiña, infección causada por
hongos del pelo, hay que realizar tratamiento pero no exclusión de la
guardería. Se contagia de animales a las personas pero, en general, no se
transmite entre las personas.
- En el caso de piojos los niños pueden acudir
una vez hecho el tratamiento específico. La presencia de liendres no es motivo
de exclusión.
Infecciones
respiratorias
En los catarros, si el niño está sin
fiebre y no tiene dificultad respiratoria puede ir a la guardería. Si tiene
fiebre o dolor de oído habrá que ver la causa y una vez iniciado el tratamiento
y cuando esté mejor podrá ir sin problemas.
En cuadros más graves,
como bronquitis o neumonía, el estado general del
niño, su dificultad respiratoria y la fiebre le impedirán ir al centro
infantil. No podrá volver hasta que se resuelva el cuadro.
En amigdalitis bacterianas se aconseja hacer
uno o dos días de tratamiento antibiótico antes de volver a la escuela
infantil. Lo mismo pasa en la escarlatina, que es una amigdalitis
a la que se suma una erupción cutánea. En la amigdalitis vírica o por mononucleosis
infecciosa no hace falta exclusión.
En las estomatitis, en la que los niños babean
y comen poco, es aconsejable que no vayan a la guardería hasta que estén mejor,
aunque no hay una exclusión estricta. Lo mismo sucede en el síndrome mano-pie-boca, en el que a la
estomatitis se le suman lesiones en manos y pies.
En las conjuntivitis, que a veces acompañan
a los catarros, es preciso no ir a la escuela infantil hasta que hayan pasado
24 horas del inicio del tratamiento antibiótico para evitar contagios.
Hay infecciones
especiales en las que hay que retrasar la asistencia a guardería: en la tosferina 5 días desde el inicio
del tratamiento antibiótico; y en la tuberculosis 2
semanas y cuando el esputo sea negativo.
Otras infecciones
- En el caso de
infecciones graves como meningitis o sepsis no podrá acudir el niño
hasta su total recuperación. El Departamento de Sanidad, según el tipo de
germen, dará las medidas oportunas para los niños que hayan estado en contacto
con el enfermo.
- Los niños con infección por VIH (SIDA) pueden ir a las
escuelas infantiles con las medidas higiénicas habituales.
- En el caso de hepatitis A, hay que esperar una
semana desde que el niño se pone ictérico (color amarillo de la piel) para
volver al centro escolar. En las hepatitis B ó C no hay periodo de
exclusión.
- En la gripe, volver al centro
escolar cuando el niño esté sin fiebre.